16 agosto 2010

Jamás serás maestro si...



Jamás serás maestro...

Si tu clase tiene más parentesco a una oficina que con tu hogar.

Si tus ojos son dos látigos permanentemente dispuestos para el castigo visual, si tus nervios explotan mil veces al día.

Si tus frases en vez de caricia, son púas que arañan, si necesitas un arsenal de gritos para tus combates diarios.

Si los niños llegan recelosos a tu escuela, como llegan los enfermos al hospital. Y si te aceptan, no como alimento grato, sino como una medicina obligada.

Si al abrir la puerta de la escuela parece que bostezaras y al cerrarse sonrieras.

Si tu escuela, además de un cuerpo, no tiene alma. Si no comprendes que el alma de cada niño es un libro en blanco el cual estás escribiendo para toda la vida.

Y si, en vez de escribir en ese libro himnos triunfales, te contentas con escribir mediocridades y ramplonerías.

Si obtienes bajas laborales sin necesitarlas y si trabajas solo cuando te fiscalizan.


Jamás serás maestro

3 comentarios:

Yolanda dijo...

Me ha encantado esta entrada. Totalmente de acuerdo con todas estas reflexiones.
Con tu permiso me las llevo.
Un abrazo.

Oasis de Maspalomas dijo...

Hola Yolanda, ya queda menos de las vacaciones, espero las estés disfrutando, veo que sigues con el blog :-). Puedes coger lo que quieras sin problemas.

Saluditos

Noemí

Surcos dijo...

Una buena entrada llena de verdades.
Disfrutad lo que le queda al verano.
Besos.
PD. ¿Me puedo llevar el post?